Reflexiones: Proyecto inducido


Somos una especie
privilegiada. En nuestro volatizado ser percibimos esa conversión mágica, ese soplo
de polvo estructurado combinado en múltiples soluciones acuosas capaz de poseer
conciencia.

Nuestro intelecto holostérico,  no se contentó con soñar, quiso alcanzar
mucho más y logró dar vida a las experiencias vividas en la noche. Los sueños dieron
paso al deseo, el anhelo generó ilusión y fe. La esperanza labró el terreno de
nuestros instintos y amplió la imaginación y, de golpe, surgieron la destreza
mental y habilidad manual, y así, el universo neuronal fue creciendo, retroalimentando
mente y creatividad en un impuso sin freno.

Somos una especie soñadora,
con mucha inventiva, creativa, muy artística.

A medida que avanzan los
años estoy más segura que nuestra civilización tuvo desde su inicio un proyecto
programado. Creados con un sólo objetivo, unir las mentes de toda una
civilización. Razas diferentes cuyo pensamiento, emociones y conocimientos
adquiridos durante su desarrollo evolutivo se ven agrupados, dirigidos  hacia la creación de la inteligencia
artificial. El fin, crear seres capacitados, inteligentes que contribuyan y
faciliten el avance de su creador “humano”, pero una vez logrado este paso, el
mismo colectivo robotizado competirá en inteligencia artificial y sin poder
poner freno a lo inevitable, se autogenerará un ser poderoso cuyos fines de
inteligencia y crecimiento será “bajo la mirada del humano” poderoso e
infinito.

Creo que somos un proyecto
inducido, cuya meta fue generar una civilización que evolucionara y reagrupara
el conocimiento en un solo intelecto. Una mente en la
que se integrarían desarrollo biológico–tecnológico-cuántico.

Sin pretenderlo, estamos
dando los primeros pasos encaminados hacia la elaboración de este inmenso proyecto,
la formación de un poderoso ser.

El ser humano presume de
haber sido agraciado por una mente prodigiosa, pero aún le quedan titánicos
esfuerzos y mucho tiempo para que su cognición despliegue y amplíe su pensamiento.
A la vez, para que nuestro instinto siga avanzando necesitamos el aporte del
conocimiento  heredado por vegetales y el
resto de seres vivos “seres irracionales” que de manera paralela también
tuvieron adaptación al medio y adquirieron desarrollo e inteligencia, no sólo
fue exclusivo para humanos, solo que aún no hemos alcanzado el nivel evolutivo
que nos permita conocer su saber heredado.

Una sola mente que agrupe
todo el saber aportado por la humanidad  integrará
y ampliará a escala infinita todo tipo de conocimiento. Será inmune al paso del
tiempo, no se  verá afectado por el daño
celular, el dolor, el envejecimiento y su capacidad de sabiduría se desbordará
creciendo de manera exponencial. Tendrá la capacidad y sensibilidad de integrarse
en las mentes de cualquier especie y podrá comunicarse con ellas. Generará
nuevas y mejores formas de vida animal y vegetal, le aportará cualidades
físicas y componentes genéticos que determine un ser específico deseado.

Todo este polvo cósmico que
germinó sobre la tierra tuvo un claro objetivo. Por insignificante que creas tu
presencia aquí, todos estamos unidos en esta labor, este gran proyecto
inducido.

www.relatosdepatricia.blogspot.com.es

Deja una respuesta

Related Post