forma precipitada y ante la necesidad imperiosa de sentirme en plena naturaleza,
“despertar al amanecer sintiendo vientos corales de diminutas gargantas, mañaneras
flautitas arropadas de pluma-espuma trinando entumecidos gozos y rimadas.
ello fue suplido por la holgura de una terraza de 40 metros cuadrados en
ruidosa ciudad, donde el canto de aves es audible cercano a parques, o bien, puedes
oír el canto enjaulado “reos cuyo delito son belleza y canto” gorjeando baladas,
clamando libertad en cripta sepultada por el oído humano.
realizar gestiones, entre ellas, llamadas de teléfono. Cuando colgué el
auricular, la niña no se encontraba dentro del vehículo, y, haciendo barrido
ocular la vi bajo la lluvia acariciando un pequeño gatito que se hallaba herido y abandonado bajo el viejo portal de
una casa de campo.
para que no pasara hambre. El gatito muy sucio, tenía a su alrededor surcos al
realizar sus necesidades varios días. Delgado, muy débil y cojeando intentó
caminar arrastrando su patita izquierda trasera.
gatito a casa. No deseo otro regalo de Navidad, parece bueno, tiene unos ojos
bellos y con el frío y la lluvia morirá. Por favor, es lo único que te pido
como regalo de Reyes Magos”. Y ante tal razonamiento y súplica no pude negarme,
así que esa misma tarde Senso entró a formar parte de la familia.
vaquera. Mojado, desnutrido y sucio, sin conocer el alcance de los males que
padecía, pasó su primera noche Senso con nosotros, y permanecería a nuestro
lado por mucho tiempo.
necesidades, así que en una palancana grande arrojamos trocitos de periódico y
nos hizo gracia que esperase educadamente a que termináramos su zona privada
porque al terminar de romper los papeles vino directamente cojeando a su
plastificada letrina a realizar sus necesidades. Nos hizo reír, ¡oye, cojito
listo y limpio!.
rincón, como si se hubiera perdido y volviera a su casa de nuevo.
alimentarlo, con dudas de si resistiría o moriría antes, pero por suerte, una
vez en el veterinario, pudimos quedar tranquilas. No había fractura, sí
contusión y hematoma, así que solo era cuestión de cuidados y esperar para
verlo caminar.
no maulló ni sacó las uñas. ¡Parece que venga de la guerra! Fue su primer
comentario. Un segundo comentario; que noble es y, sus ojos son especiales…creo
que a esta raza la llaman ¡Muñeco de trapo! como los muñecos de trapo, nunca
muestran agresividad.
revisar órganos, desparasitarlo sin
hacer la menor resistencia ni emitir maullido; desde luego, el veterinario
tenía razón.
Su mirada transmitía paz.
corazón de todos los de casa. Pronto se recuperó y fue mostrando con el paso
del tiempo que su infinita bondad rodeaba su cuerpo de gran ternura, añadiendo
un halo místico a un minino precioso y galante.
en casa, pero Senso guardaba en sus ojos algo mágico.
mirada del que lo viera, atraía de tal manera que el temor inicial se convertía
rápidamente en querer coger y acariciar ocho kilos de ternura.
años. Cuando alguien llegaba a casa le llamaba la atención. Todos apreciaban su
especial nobleza y tranquilidad, su ojos hacía pensar a quien lo viera. Recuerdo
sentir un sentimiento especial que no tuve antes con ningún animal.
no cambió con el sufrimiento, se comportó igual de amoroso pese al dolor, no se
le oía maullar, permanecía cercano a nuestras faldas, siempre al lado de su
niña y ama.
cuando la niña llegó del trabajo lo llevamos al veterinario de urgencias. Al
realizarle pruebas radiológicas visualizó que le quedaban días o quizás un mes
de vida. Que Senso no se quejara no quería decir que no sufriera, aunque no
mostrara dolor.
casa debíamos firmar un documento de conocimiento de su gravedad. No tenía
sentido mantenerlo con vida en un estado irreversible y terminal, así que optamos
por el acto más noble que pueda expresar una sociedad avanzada, evitar el sufrimiento ante una muerte
irremediable y dejarle partir con el acto humano más generoso, evitando
sufrimiento y dolor. Un acto de amor y compasión, por doloroso que resulte. El
veterinario nos dejó estar junto a él mientras le ponía la inyectable. Mientras
Senso se apagaba recibía nuestras caricias, pudimos estar a su lado durante un
tiempo después que su corazón dejara de latir.
sucedió algo inusual.
ocurrió. De pronto me sentí dentro del cuerpo
de Senso, y pude constatar, sentir que su cerebro se hallaba tranquilo, en
calma, sin vida. Después volví, como si mi espíritu hubiera salido a dar una
vuelta para cerciorarse que no sufría, tuve la certeza de que realmente su
cuerpecito descansaba.
desaparecido, alguien con la que no había habido previamente ningún lazo o nexo
de unión. Recuerdo que fui atraída, llevada. En aquella ocasión sentí terror
por lo que presencié. Me vi presente en un escenario desagradable, sin haberlo mediado ni deseado.
ni hayas pretendido nada semejante las archivas, porque quien no las haya
sufrido, además de no creerte, puede hacer juicios precipitados por confiar y
exponer ese tipo de experiencias. Así que esta y otras cosas similares
difíciles de explicar y mucho más comprender, las fui arrinconando en el viejo baúl
de la mente. Simplemente ocurren, no puedes evitarlas, surgen sin más, sin
buscarlas.
como tantas veces, “hombre de bien, culto, que no se asusta de nada y sabe de
todo”. Esperaba ante tal relato recibir cualquier gesto que definiese el
pensamiento…posible en estas circunstancias; pero él tranquilamente,
comprensivo y pensativo sigue hablando conmigo como si fuera el tema “más común entre mortales”.
miles de años, llamado Metempsícosis. Me
aconseja leer el significado y realizar búsquedas por Internet. La
metempsícosis fue conocida y analizada hace miles de años por filósofos de
diferentes culturas.
hace referencia a la transmigración del alma de un cuerpo a otro cuerpo “humano
u animal”. La creencia en la metempsicosis se remonta a la antigua tradición
religiosa de la India y es entendido como la recompensa que se alcanza por el
comportamiento en la vida precedente (del humano que sufre la experiencia con
la del fallecido). Hay vestigios en los libros de Upanishad.
como Fedro de Platón. El libro tibetano
de la vida y la muerte que tiene más de 2500 años. Lao Tse hace también referencia a la Metempsícosis y se
remonta a más de 2000 años.
en otras personas, hasta el punto de llevarlo a análisis y estudio por
Filósofos ilustres como Platón, Lao Tse,
etc.
a como se expresa hoy el hombre actual, aunque el vocabulario pueda ser entendible.
poco para comprender el significado de tales experiencias. Adquirí el libro de Raymond
Moody, Doctor en Filosofía, Psiquiatra y forense que fue
pionero alrededor de los años 1950 del primer estudio empírico de cientos de casos de experiencias cercanas a la
muerte. (ECM). El estudio se inició en el hospital estatal de máxima seguridad
de Georgia donde el Dr. Moody trabajaba. Trata de los fenómenos psíquicos que
acontecen en los momentos próximos al desenlace, recogidos y publicados en su
libro “Vida después de la vida”.
Santinella y “Magos y Místicos del Tíbet” de Alexandra David-Néel entre otros.